“Entre el diván y los bloques: ¿por qué la terapia lúdica conecta mejor?”

Cuando pensamos en terapia psicológica, aún imaginamos a alguien recostado en un diván, frente a un profesional serio que toma notas. Pero ¿qué pasa cuando el paciente no tiene palabras para expresar lo que siente? ¿Qué pasa cuando es un niño, un adolescente… o incluso un adulto que necesita construir, no solo contar?

La psicología ha evolucionado, y con ella, las formas de sanar.

Terapia tradicional: útil, pero no siempre cercana

La terapia clásica basada en la conversación (psicodinámica, cognitiva, conductual) ha probado ser útil para muchos pacientes. Sin embargo, tiene limitaciones cuando el lenguaje emocional aún no se ha desarrollado, o cuando hay resistencia a hablar de lo que duele.

Muchos niños no saben “poner en palabras” lo que sienten. Y cuando se les pregunta directamente por su ansiedad, frustración o miedos, bajan la cabeza, se cierran… o inventan respuestas.

La terapia lúdica: un lenguaje sin juicio

Aquí es donde entra la terapia lúdica, un enfoque basado en el juego como puente emocional.

Desde muñecos hasta plastilina y, en el caso de Dra. Bricks, bloques tipo LEGO®, el objetivo es claro: dejar que la emoción se construya en las manos antes que en las palabras.

A través del juego guiado:

  • Se externalizan emociones difíciles de nombrar.
  • Se recrean conflictos en forma simbólica.
  • Se construyen soluciones con participación activa.
  • Se reduce la ansiedad que produce “hablar de uno mismo”.

¿Por qué usar bloques LEGO® en psicología?

Porque los bloques permiten crear, destruir, modificar, construir de nuevo. Son versátiles, familiares y seguros. Al usarlos en un entorno terapéutico, la persona:

  • Proyecta su mundo interno en una construcción concreta.
  • Se siente en control del proceso (elige piezas, decide formas).
  • Desdramatiza el contenido emocional: no se habla “de uno mismo”, sino de “lo que se armó”.

Y cuando el terapeuta guía el proceso con preguntas poderosas, los insights llegan solos: “¿Qué representa esta torre?”, “¿Dónde está tu emoción aquí?”, “¿Qué cambiarías si pudieras mover esta pieza?”.

💬 ¿Funciona? Sí. Y no solo con niños.

La terapia lúdica no es solo para menores. Adolescentes, adultos jóvenes e incluso equipos de trabajo han encontrado en esta metodología una forma más accesible y emocionalmente segura de entrar en contacto consigo mismos.

Lo que cambia no es el fondo (la psicología), sino la forma (el canal emocional).

En Dra. Bricks creemos que no hay emociones equivocadas, solo formas distintas de expresarlas. Y jugar… es una de las más profundas.

Si tu hijo, hija o tú mismo han sentido que necesitan ayuda para entender lo que sienten, pero las palabras no son suficientes, tal vez sea momento de construir el camino en vez de intentar explicarlo.

La terapia también puede ser un juego serio. Y eso, puede cambiarlo todo.